PRIMERA ETAPA: ASTORGA – RABANAL DEL CAMINO

Eran las siete y cuarto de la mañana cuando sonó el despertador en la habitación del hotel Gaudí en Astorga.
Uno de los dos peregrinos se levantó y tras una breve ducha despertó a su compañera de camino, que sin casi abrir los ojos entro en el baño rápidamente.
Después de tomar un café sonaron ocho campanadas en el reloj de la catedral y se pusieron en marcha.
Apenas veinte kilómetros les separaban de su destino en una nubosa y nublada mañana en la que empezaban su peregrinación por tierras leonesas rumbo a la tumba del apóstol Santiago.

Las primeras rampas aparecían en el camino, pero los dos peregrinos aun llevaban intactas todas sus fuerzas e ilusiones, y sin mucha dificultad devoraban los metros que rápidamente iban dejaban atrás.
Transcurridas un par de horas paraban a desayunar algo más consistente en Santa Catalina de Somoza y tras un rápido refrigerio continuaban camino hacia Rabanal del Camino.

El final de la etapa se les presentó antes de lo esperado, cuando aun pensaban que les faltaban varios kilómetros por recorrer y tras un tramo de escarpada subida por una estrecha y frondosa vereda, Rabanal aparecía ante sus ojos poco antes de la una del mediodía.