SEXTA ETAPA: TRIACASTELA – SARRIA

El calendario marcaba domingo, pero para los dos peregrinos era un dia más, un dia cualquiera en su peregrinación, por que como a los hombres del campo que les da igual el dia de la semana que sea porque ellos han de arar o sembrar sea el dia que sea, ellos tenian que seguir avanzando rumbo a Santiago.
El unico descanso que les ofrecio el domingo es que solo debian andar dieciséis kilómetros. Cosa que agradecieron, pues el principio de tendinitis se empeñaba en acompañarles.
Debido a la corta distancia a recorrer tomaron la decisión de tomarselo con mas tranquilidad que los dias pasados, pudiendo disfrutar aun mas de un paisaje que era digno de ser contemplado.

Tomaron la variante de San Xil, algo mas corta que la opcion de Samos aunque algo más accidentada, sin que resultase ser en modo alguno complicada para las maltrechas piernas de los peregrinos.
Fue una jornada tranquila, alternando tramos de carretera con otros entre bosques recorriendo largas corredoiras, lugares con un encanto especial rodeados de una vegetación densa y espesa que los protegia del sol y aliviaba del calor.

Atravesaron diversas aldeas, de pocas casas y muchas reses, aldeas desperdigadas a lo largo del camino hasta que llegaron a Calvor, que sería la ultima referencia que tendrian en el camino antes de llegar a Sarria.

En Sarria tras comer y descansar un rato decidieron ponerse en manos de un fisioterapeuta, donde les trataron y aliviaron las piernas, para asi poder continuar la empresa de llegar hasta Santiago y su catedral.